Hoy traigo una reflexión reciente, y es que, debemos evitar caer en lo que he bautizado como «ser esclavos de los hábitos».
Construcción de hábitos
El ser humano necesita hábitos para poder funcionar, una rutina a la que agarrarse para poder estar cómodo, pero nos convertimos en esclavos de nuestros hábitos cuando dejamos de cuestionarnos si podemos hacer algo un poco mejor para acercarnos a nuestros objetivos.
Si mi objetivo es estar sano, y rentabilizar al máximo cada hora de trabajo que realizo, deberé plantearme cambios en:
- Objetivo de estar sano: Reevaluar constantemente mi alimentación, las horas de sueño, la rutina de gimnasio…
- Objetivo de rentabilizar cada hora de trabajo: Reevaluar constantemente la importancia de la tarea a realizar.
Así, si defines tu objetivo podrás ir introduciendo cambios paulativos en tu rutina para que estos te acerquen a donde quieres llegar.
Es fácil caer en la conformidad, generalmente nos cuesta mucho hacer cosas nuevas y sobretodo introducir cambios en tu rutina del día a día, pero bajo mi punto de vista, una optimización constante de esta es la única vía para producir grandes cambios.
¿Cómo implementar cambios en tu rutina?
Bueno, no tengo un sistema infalible, pero esto es lo que realizo:
Primero, trimestralmente evalúo mi rutina entera diaria, para asegurarme de que quiero mantener o quitar ciertas acciones, la vida cambia, tanto personal como profesionalmente, y una actualización de esta rutina te permitirá comprobar si efectivamente estás en la ruta que quieres seguir.
Diariamente monitorizo los nuevos hábitos, si quiero reducir la frecuencia de uso del correo electrónico, simplemente apuntaré cada noche cuantas veces he entrado, o si he realizado este hábito que quiero, simplemente el ejercicio de monitorizar hará que empieces a introducir los hábitos de manera automática.
Utilizo formaciones para informarme de nuevas ideas para implementar, de manera que si quiero mejorar mis conocimientos de finanzas, introduciré la lectura de libros en mi rutina, si quiero ver un determinado curso le dedicaré el suficiente tiempo.
Y sobretodo, tener un gran para qué, introducir estos cambios te costará mucha energía, pero si antes de ello defines un gran para qué, es decir, te cuestionas a donde quieres ir, todo será mucho más fácil.