Uno de los principales aspectos que tenemos que cuidar cuando estamos creando nuestra empresa es el ego, en este artículo vamos a ver cómo aparece este a lo largo de la vida de nuestra empresa, y qué maneras tiene de aparecer:
Esto es lo que te cuento aquí
El ego antes del éxito
Este es el proceso en el que estamos iniciando el proyecto, estamos muy motivados y nuestro hago puede aparecer de las siguientes formas:
- Aunque seas muy bueno en lo tuyo, no te lo digas tu mismo y deja que el mercado te valore, en forma de ventas.
- Nunca pienses que ya sabes suficiente sobre algún tema, mantén una mentalidad «cinturón blanco» para mejorar constantemente cada día, nunca vas a poder llegar al límite.
- Modera la pasión, se realista y ten un propósito claro en mente, pero evita casarte con ideas o con maneras de hacer las cosas.
- Intenta ser el que menos sabe de los grupos donde estés, cuando estás en un grupo donde los otros miembros saben más que tú sobre un determinado tema, aprenderás de una manera exponencial.
- Cuidado con los primeros éxitos, cuando lleguen tu ego te hará creer que el trabajo está todo hecho, continua trabajando.
¡He triunfado!
Tras mucho esfuerzo en sacar el proyecto adelante, la empresa ahora tiene éxito, y tu ya crees que lo has conseguido todo. ¿Cómo actúa nuestro ego aquí?
- Cuidado con saber que lo sabes todo, y en un mundo como el actual en el que en cuestión de meses puede cambiar radicalmente la situación, maneras de hacer las cosas, nuevos competidores…
- Recuerda que el éxito SIEMPRE es efímero, ningún éxito es para siempre, y este siempre viene con fecha de caducidad.
- ¿Tienes claro tu propósito? Sin un propósito claro te va a ser complicado mantener este éxito el máximo tiempo posible.
No lo hemos conseguido…
Si el proyecto no ha salido adelante, nuestro ego también nos afectará, vamos a ver como:
- ¿Tienes definidos tus límites? Si inicias una empresa, ten claro el punto de salida (Ej. Menos de X€ en los primeros 6 y X€ en los 12 meses), de esta manera podrás salir de este proyecto e iniciar otro sin secuelas.
- Tu eres tu propio juez. No le des el poder a otros de valorarte por lo que has conseguido, tu eres tu propio juez y el que tiene que valorar si has hecho todo lo que has podido y por tanto aplaudirnos por ello.
- No eches balones fuera. Si el proyecto no ha salido eres tú el responsable, todas las culpas que eches fuera serán excusas que te impedirán aprender para un siguiente proyecto. Identifica en qué has fallado y qué tienes que tener en cuenta la siguiente vez.
En resumen, haz menos caso a tu mente y más al Excel, es decir, que no te afecte lo que te cuentas a ti mismo sino los resultados reales, mantén una mentalidad «cinturón blanco», con un propósito claro y el ego será más complicado que te afecte.
Esto es algo que nacemos con ello y siempre va a formar parte de nosotros, por lo que eliminarlo es imposible, pero con el simple hecho de identificarlo será suficiente para que no nos afecte.
Si quieres leer más sobre esto, te recomiendo el libro de Ryan Holiday: El Ego es el enemigo.
¿Te has encontrado ante una situación como esta? ¿Cuáles de todas? ¿Identificaste el ego? ¿Crees que la próxima vez lo podrás identificar?
